Redacción. Madrid
El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos ha presentado la obra “Libertad de conciencia y medicamento. Una guía práctica”, que recoge la visión práctica de los conflictos de libertad de conciencia de los profesionales sanitarios, aportando casos reales desde la perspectiva de la prestación del medicamento.

José María Antequera (Escuela Nacional de Sanidad); José Francisco Zamarriego (Unidad Supervisión Deontológica de Farmaindustria) ; Javier Sánchez-Caro (responsable del Área de Bioética y Derecho Sanitario de la Comunidad de Madrid); Fernando Gómez Peralta (Servicio Endocrinología y Nutrición del Complejo Asistencial de Ávila) y David Larios Risco (Sescam).

La coordinación de este libro ha sido liderada por Isidoro Martín Sánchez (Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid), Javier Sánchez Caro (Responsable del Área de Bioética y Derecho Sanitario de la Comunidad de Madrid) y Fernando Abellán‐García Sánchez (Abogado especialista en Derecho Farmacéutico y Director Derecho Sanitario Asesores) y ha contado también con el respaldo de la compañía farmacéutica sanofi‐aventis y la Universidad Autónoma de Madrid.

La obra cuenta con la colaboración de diferentes autores y analiza la libertad de conciencia desde diferentes ámbitos, empezando por el papel del médico en la prescripción de medicamentos, la del farmacéutico en la dispensación y de enfermería en la autorización de su uso. Además, se incluye un capítulo específico sobre la libertad de conciencia del profesional sanitario frente a las compañías farmacéuticas desde la perspectiva del Código de autorregulación de Farmaindustria.

En las Jornadas organizadas para presentar esta publicación se debatió sobre el alcance que debe reconocerse a la prescripción médica de fármacos en un contexto de dificultades económicas o el grado de autonomía que pueda tener el farmacéutico en el acto de la dispensación. En relación a la farmacia comunitaria se valoraron las bases bioéticas y legales que subyacen en la dispensación excepcional, entre otros asuntos. Otro aspecto debatido fue el relacionado con la farmacia hospitalaria y su nuevo rol derivado de la integración en los equipos médicos, y su participación en tareas como la información al paciente.

También hubo espacio para el análisis de la conflictividad ética que pueden suscitar algunas prescripciones y/o dispensaciones en el contexto del principio y final de la vida o en el terreno de la investigación con medicamentos.

Finalmente, se abordó el debate sobre la libertad de conciencia del profesional sanitario en su relación con las compañías farmacéuticas, la problemática de los medicamentos huérfanos y la incorporación de la enfermería respecto a la indicación, uso y autorización de medicamentos.